
Cuando se
revisan las características de los empresarios chinos se observa que son
trabajadores incansables, pueden dedicar 20 horas o más hacer crecer su
negocio, siempre tienen sus objetivos claros, están focalizados y
dispuestos a postergar la gratificación para alcanzar sus objetivos. Esto nos
lleva a la concepción que los chinos tienen del negocio y que abarca el largo plazo.
Contrario a occidente, donde se buscan ganancias rápidas, los chinos
pueden esperar mucho para disfrutar de la renta generada, son más ahorrativos,
trabajar incansablemente y empezar de cero y ahorrar. Para los chinos el
triunfo llega como contraprestación del trabajo y el esfuerzo continuo, para lo
cual están dispuesto hacer un sacrificio, e incluso privarse de comodidades y
vivir en condiciones miserables en muchos casos.
He conocido
chinos aquí en Venezuela que llegaron a trabajar en posiciones laborales
inhumanas. Pero siempre tuvieron la convicción que si bien están abajo, con
trabajo y esfuerzo llegarán a la cúspide del éxito. Jun Loo trabajó por 20 años
y ahorro más del 60 % de lo devengado, privandose de vacaciones, diversiones,
viajes, etc. Luego recibió su recompensa y logró convertirse en un empresario
exitoso. Loo representa un ejemplo perfecto del modo de actuar de los
chinos. Siempre confió en su gente, lo cual le permitió superar obstáculos y
claramente dice que apoyar a su raza resulta ser una de las mejores inversiones
a largo plazo.
Los
empresarios chinos suelen empezar sus negocios con muy bajas inversiones,
empezar a trabajar lo antes posible, no postergar, se plantean metas claras,
muy específicas y ahorran todo lo necesario para generar capital efectivo.
Otro
aspecto que destaca en los empresarios chinos es su disposición mental
adaptarse a los cambios. Si su idea de negocio no funcionan, lo abandonan y
empiezan otro sin remordimientos. Son capaces de adaptarse a la novedad de su entorno
fácilmente y son muy desapegados. Para ellos la competencia es parte del
negocio y manejan el concepto según el cual la zonificación atrae más clientes
interesados en el mismo nicho, y todos pueden beneficiarse por ello, los chinos
se juntan en grupos y explotan un mismo nicho del mercado.
Otra
característica de los empresarios chinos es que nunca se conforman, siempre
andan buscando oportunidades de negocio y no les da pereza empezar de nuevo
cuando fracasan en sus primeros intentos, no se quejan ni le pegan la culpa a
otros o al sistema de sus problemas, sino que lo asumen y se mantienen
ambiciosos, prefieren trabajar con otros chinos porque saben que son eficientes
y leales. Su cultura es la de trabajar por objetivos, y no por horas
o por días, un interesante concepto poco visto en la cultura laboral de
nuestros países.
Otro
aspecto que resalta de los chinos es que suelen ser cumplidores de sus
obligaciones, que incluye impuestos y mantienen un concepto de ética
porque saben que de esta manera sus negocios serán sostenibles. A sus clientes
les ofrecen lo mejor. No se cansan, siguen y siguen hasta que consiguen lo que
quieren y a decir verdad, no les ha ido mal. Hoy en día los empresarios chinos
ocupan el primer lugar en el mundo, por número.
Hay 120
millones de chinos con más de US$ 1 millón. Es la mayor clase media del mundo y
la clase empresarial que más rentabilidad tiene no solo en China sino en más de
190 países son se han consolidado como empresarios de alta rentabilidad en los
negocios. Por Mauro Libi Crestani.
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