
El éxito
requiere empresarios que estén dispuestos a invertir su tiempo y dinero para
lograr excelentes utilidades. Convertir la inversión en una maquina que crear
productos, servicios, clientes, trabajadores, accionistas. El capital humano
debe ser adecuado para que presten un buen servicio o productos, y atiendan a
los clientes y proveedores como se lo merecen.
El
empresario exitoso tiene una mentalidad exitosa, hace todo lo que tenga que
hacer para vencer los obstáculos que aparezcan en el camino, y lograr conseguir
los objetivos propuestos. Trabajar con disciplina diaria, efectuar tareas de
manera consistente y convertirlas en una especie de hábito positivo. Sin
disciplina personal no logras coronar los objetivos. Los empresario vive todos
los días con el garrote de la disciplina en sus espaldas.
Aprender de
los fracasos. Cuando algo sale mal hay que volver a intentarlo, los empresarios
no se deprimen ni culpan a otros sino que asumen las caídas como eventos
normales en el camino a la cima. Los grandes éxitos de la historia se han dado
después de muchos intentos fallidos y de una clara determinación de no darse
por vencido y de volver a intentarlo. ( Por Mauro Libi Crestani)
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