
A lo largo
de mi vida como empresario he aprendido que una de las principales
características de la estrategia a utilizar para generar rentabilidad es un
plan de negocios específico. Hay que tener un enfoque claro de lo que se
quiere, dedicarse a ese nicho del mercado y ofrecer productos o servicios
inigualables, ser único de alguna manera, servir bien a los clientes. No se
puede ir a buscar nuevos clientes y ponerse la lanzar productos todos los años
si no se mantiene una clara e inigualable satisfacción de los clientes. Para
posicionarse y mantener rentabilidad en el tiempo se requiere focalizarse en
una estrategia.
Cuando se
revisa las experiencia de las empresas que se han podido mantener en el mercado
por años y décadas, se observa que esos empresarios seleccionaron muy bien los
segmentos en los que se iban a desarrollar, lo conocieron muy bien y
establecieron una diferencia que les permitió generar un valor único por el que
la clientela lo diferencia de los demás.
Es
importante que los empresarios que logran mayor rentabilidad desarrollan una
habilidad que lograr superar las reglas impuestas, para convertirse en
extraordinario, en el mejor. Esas empresas sobresalen de la competencia porque
encuentra la verdadera clave del negocio. Una vez que conocen ese aspecto
primordial, entonces proceden a invertir en personal, tecnología e
innovación.
En el
fondo, una empresa no compite en el mercado con su mercancía o los servicios
que presta sino con la estrategia que maneja en relación a sus competidores. El
manejo del aspecto relacionado con la planificación, toma de decisiones,
acciones y métodos de gestión también deben tomarse en cuenta en este aspecto.
Las
empresas deben tomar en cuenta los detalles y ser perseverantes en su gestión.
Debe tener información operativa, administrativa y financiera de la empresa,
para plantearse el mapa de ruta. Establecer objetivos trimestrales de ventas,
costos y gastos, con acciones para conseguirlos y ejecutarlos impecablemente
son otros aspectos que se deben tener en cuenta cuando se persigue el
mantenimiento de la rentabilidad.
Las
empresas que logran mantenerse en el mercado requieren un recurso humano
talentoso, competente, preparado y experimentado a quienes se les confíen
responsabilidades acordes a su posición. Un empresario no puede hacerlo todo
porque inmediatamente se convierte en la restricción de la empresa y
prisionero de su propia empresa. El principal activo de un emprendedor es
la gente con capacidad de crecer profesionalmente junto con la compañía, que
reciba una remuneración justa y la capacitación requerida.
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