Por Mauro Libi Crestani. Empresa sin
trabajador y viceversa, sencillamente no funciona. Son una mancuerna, una
llave. Por eso las direcciones de recursos humanos de las organizaciones han
enfilado su acción a la atención del principal colaborador de la institución.
Pero un
factor que frena la relación es el miedo que, en muchas ocasiones, sienten los
empleados, a quienes la inseguridad personal los paraliza e impide su
crecimiento en la empresa o emprendimiento y, por ende, el rendimiento laboral.
Cuando el
trabajador no tiene o pierde la confianza en sí mismo y en sus capacidades,
estamos ante un serio problema que es urgente atender. Esto es un freno al
desarrollo de los proyectos y un obstáculo para el fluir de nuevas ideas.
Quien se
siente inseguro en el trabajo —más allá de la expectativa absolutamente normal
que todos en algún momento sentimos— puede pasar de la emoción al estado de
ánimo permanente que termina definiendo su papel en la organización. Mauro Libi.
¿Cómo superar esta situación?
Es posible
recuperar la confianza y la seguridad disminuyendo nuestras necesidades, es
decir, desechando el lastre que muchas veces nos acompaña. Son necesidades
creadas, artificiosas, no prioritarias a las cuales nos aferramos. Se impone,
entonces, identificar es de un lado y ocuparse de lo que realmente es
importante y no accesorio.
Igualmente,
debemos propiciar que nuestra mente se transforme y la mantengamos activa y
abierta a lo nuevo, a los cambios. Cuando hacemos esto, dejamos de ver lo nuevo
como un gran obstáculo y empezamos a contemplarlo como una oportunidad. Mauro Libo Crestani
Hágale
frente a sus miedos, no los evada, mírelos a los ojos. Accione en torno a
ellos, obsérvelos en su real dimensión. Verá muy pronto que era más la bulla
que la cabuya.
Olvídese
de la perfección, no la convierta en una obsesión. Es bueno tener expectativas,
pero no lo convierta en un asunto de vida o muerte. Si se alcanza, bienvenida
sea, pero si no, otra vez será. Además, hay que aclarar que la perfección a
rajatabla no existe, es imposible. Todo siempre será perfectible. Cambie esta
actitud por querer mejorar día a día pautándose para ello pequeñas metas
sustentadas en la realidad.
No pierda
el tiempo queriendo ser lo que no es. Usted tiene su propia impronta, no
pretenda cambiarla. Su sello personal es importante, no se deshaga de aquello
que lo identifica para hacerse o mal imitar lo que identifica a otro. Acéptese
tal cual es, sin que esto deba interpretarse con que neguemos el legítimo deseo
de superación. Hágalo pero sin abandonar su esencia.
Sea y
muéstrese como es con todas sus fortalezas y debilidades. Sea usted mismo. Mauro Libi Crestani.
Sigueme @maurolibi12
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