lunes, 1 de agosto de 2016

Mauro Libi Crestani: Equipos de trabajo tóxicos y saludables


Por Mauro Libi Crestani. Cuando se observa el panorama empresarial es posible apreciar la existencia de organizaciones exitosas y de otras francamente desastrosas. La respuesta al porqué de esta situación tiene que ver, en gran medida, a las personas que conforman la empresa o emprendimiento. 

Las organizaciones giran en torno al eje que conforman las personas que integran sus equipos de trabajo. Ellas, más que ningún otro factor, son el motor que mueve a los negocios. 

Por ser los equipos de trabajo el conglomerado o suma de personas interrelacionadas entre sí en pos de alcanzar un objetivo común, sus comportamientos, actitudes y grado de comunicación, son fundamentales a la hora de contabilizar los resultados.

Hay energías en juego. Los equipos se mueven con la fuerza de las personas que los constituyen, la cual viene a ser una especie de combustible, una fuerza que contagia a quienes comparten el espacio-tiempo de un equipo en una empresa o emprendimiento. 

Estas energías pueden ser negativas o positivas y, en tal sentido, contribuirán al desastre o al éxito.

Entonces, cómo determinar si los equipos de trabajo de su empresa son tóxicos o positivos.

Veamos:
Los equipos tóxicos están caracterizados porque en ellos se genera un ambiente o clima enrarecido, espeso, pesado que conduce a una tensión entre sus integrantes. Allí las buenas ideas no fluyen porque la comunicación está dirigida a culpar a otros, a ponerse a la defensiva, a mostrarse indiferentes o a atacar a los demás.
Pero es posible cambiar la toxicidad de un equipo de trabajo y convertirlo en un grupo saludable.

Para ello es fundamental la determinación y la disposición a querer hacerlo. Es necesario sumar esfuerzos para acabar con la inercia y el contar con una buena dirección, con un buen coach.

Ahora bien, los equipos saludables se distinguen porque en ellos opera la corresponsabilidad entre sus integrantes. 

No es que no se produzcan conflictos en el seno de los equipos saludables, pero se trabaja mancomunadamente para resolver los problemas. 


La inteligencia emocional de los equipos de trabajo saludables permite la efectividad de las comunicaciones.

El saber que las posiciones y circunstancias individuales afectan también al conjunto, hace que se actúe en procura del beneficio de todos.

En los equipos de trabajo saludable impera la confianza y cohesión, lo cual asegura la salud. (Mauro Libi Crestani)

Se trabaja para alcanzar los resultados pero sin tensión y más bien impera la armonía. Fluyen las ideas y los integrantes del grupo dan lo mejor de sí mismos y lo ponen al servicio de todos.


Sigueme @maurolibi12


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