El poder del pensamiento optimista

Por Mauro Libi.- Muchas veces, cuando enfrentamos una dificultad, decidimos introducir cambios en nuestra vida que en realidad no cambian nada, o intentamos una y otra vez las mismas estrategias y, por supuesto, el resultado siempre es el mismo.

Si queremos que algo cambie de verdad, necesitamos recurrir al pensamiento positivo. Este nos permite hallar una nueva herramienta para lograr salir. No podemos usar cualquier herramienta para producir un cambio. Por ejemplo, para clavar un clavo, no empleamos un destornillador, sino un martillo. De modo que no es una cuestión de capacidad, sino de elegir la herramienta adecuada.

La forma más eficaz de enfrentar y modificar algo que nos daña es oponiéndole justo lo contrario. Actualmente la situación en la que estamos viviendo los venezolanos, muchos de nosotros adoptamos una actitud pesimista frente a la vida. Para derrotar ese pesimismo, tenemos que recurrir al pensamiento positivo, que es una actitud sana. Pero ¿qué significa tenerlo? Básicamente, 4 cosas:

1) Encontrar una solución en la adversidad

No hablemos del problema. Si ves que el barco se hunde, no gritemos “¡Nos hundimos!”, sino “¡Todos a nadar!”. Tratemos de no mirar siempre el vaso medio vacío. Podemos marcar la diferencia si escogemos hablar la salida, en lugar de la dificultad. Por ejemplo: “Me di cuenta de este error en el trabajo y propongo esta idea para resolverlo”. De ese modo, alejamos de nuestra vida la negatividad tóxica. La gente con un pensamiento positivo rinde mejor en el trabajo y todo el mundo busca su compañía.

2) Reconocer nuestras fortalezas

Una actitud positiva nos llena de fe y además nos permite enfocarnos en nuestros puntos fuertes, y no en nuestras debilidades. “Si tuviera el cuerpo de esa modelo”, o “si tuviera la fama de ese cantante”, piensan muchos. Lo cierto es que cada uno de nosotros nacemos con nuestros propios talentos y características. No busquemos ser como otro, brillemos con nuestra propia luz. Todos tenemos rasgos positivos y negativos; nadie es totalmente malo ni totalmente bueno. Descubramos y celebremos todo lo bueno que hay en nosotros y dejemos de mirar a los demás.

3) Ver lo que otros no ven

Una persona con actitud positiva suele ver lo que otros no pueden ver, antes de que alguien más lo vea. Ella tiene una visión sana del mundo que la rodea y de sí misma y se ve sana, capaz, triunfadora, y logra cosas extraordinarias que tal vez otros nunca lograrán. Por eso, cuando somos positivos estamos llenos de pasión y no necesitamos que nadie nos motive.

4) Valorar lo que hacemos

Cuando tenemos una buena actitud, somos libres para ir detrás de cosas grandes y le damos mucha importancia a todo lo que hacemos. Es decir que nos valoramos porque sabemos que somos personas con un propósito especial en este mundo.

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