Por Mauro Libi.- La situación y
características del mercado actual hacen que las organizaciones hayan agudizado
sus requerimientos a la hora de escoger al personal directivo, pues exigen que
este sea potente, dinámico y con una alta capacidad de adaptarse a los
constantes cambios que los últimos tiempos imponen.
Las empresas y emprendimientos quieren
directivos altamente formados, que hablen varios idiomas, con experiencia y,
entre cosas, que tengan gran capacidad en el manejo de equipos humanos. Pero
veamos en detalle.
Comencemos con la necesidad de que sus
directivos sepan trabajar en equipo. Esto es fundamental en la actualidad
cuando las diferentes direcciones de las organizaciones se olvidaron del
trabajo aislado e independiente. Ahora se impone la integración de todas las
partes de las empresas y emprendimientos.
Por tanto, el directivo tiene que tener la
capacidad de relacionarse con unos y otros con el objetivo de integrar las
partes. Esto implica ser comunicativo, tolerante, autocrítico y estar en
disposición de delegar funciones en los integrantes de los equipos de trabajo.
Los directivos tienen que adaptarse a los
cambios y asumir que tanto él como los trabajadores que estarán bajo su mando
experimentarán transformaciones que se reflejarán en las organizaciones y sus
procesos.
El directivo debe y tiene que tener actitud
y conducta que modele, por tanto en él tienen que reflejarse de manera positiva
los cambios, de modo que los empleados vean en él lo mismo que este les exige a
ellos.
Igualmente, los directivos tienen que ser
proactivos, una cualidad altamente valorada por las empresas y emprendimientos.
Esto significa comprometerse de manera activa con la organización y las
personas que la conforman, tomar la iniciativa en el desarrollo de acciones
creativas e innovadoras y, en general, propiciar mejoras de manera permanente.
El directivo que las organizaciones
requieren en estos tiempos tiene que tener un espíritu emprendedor, que estén
dispuestos a superar los objetivos y metas, que tengan visión de futuro y puedan
vez allá del horizonte.
El directivo emprendedor no se conforma y
siempre busca nuevas posibilidades pues ve las oportunidades que ofrece el
mercado para el desarrollo y crecimiento de la empresa.
Finalmente, el directivo debe tener habilidades
interpersonales que le permitan entablar y mantener comunicaciones que las
otras personas y organizaciones con facilidad, dado su alto nivel de empatía,
es decir su capacidad de ponerse en los zapatos de los demás.
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