Por Mauro
Libi Crestani. Ama su trabajo, su profesión pero también desea darle a
su vida personal, su familia y su entorno el tiempo que se merece, pues
perfecto, ha dado usted el primer paso al equilibrio. Lo que tiene ahora que
hacer es aplicar algunos consejos que aquí le damos para alcanzar esa armonía
que tanto ansía.
Hay
quienes piensan que un aspecto de su vida es antagónico al otro y que no hay
manera de estar bien en las dos. Pues se equivocan quienes así lo creen.
Es
absolutamente posible ser un gran negociante o emprendedor y al mismo tiempo
tener una vida íntima plena.
La palabra
clave, como ya dijimos, es equilibrio.
Así que lo
primero que tiene que hacer es valorar su tiempo libre, que no es igual a
tiempo sobrante, sino el periodo que debe dedicar a sí mismo, para su enriquecimiento
personal y para establecer y mantener sus relaciones afectivas. Tenga presente
y no lo olvide nunca, que se trata de un tiempo tan importante como el laboral,
con igual peso.
Todo tiene
importancia, nada es mejor que lo otro. Así que conforme es fundamental su
crecimiento profesional, también lo es su crecimiento personal, espiritual,
familiar y afectivo. No ponga a competir los tiempos que usa para una y otra
cosa, privilegie de igual forma el tiempo de su postgrado y el desarrollo de su
gran proyecto que el que destina a sus hobbies y amigos.
Eso sí, el
horario de trabajo se respeta y es un tiempo que nunca termina, siempre quedará
algo por hacer. Así que durante el tiempo que le toca, dedíquese, pero sepa
poner fin a cada jornada, mañana será otro día y éste vendrá con su propio
afán. Cumpla con su trabajo pero no se lo lleve a casa. Ponga el límite.
Monte su
propio negocio y ponga sus condiciones, las que usted quiere que rijan. Esa es
una buena alternativa para decidir sobre el tiempo que dedica a su vida
profesional y el que dedica a sus cosas personales.
Póngase
horarios. Al horario de trabajo, súmele el tiempo que usted decida que debe
dedicar a escuchar las clases de baile o judo que tanto le gusta, paute el día
a la semana que destine a cenar con sus amistades, establezca los tiempos para
estar a solas con su pareja, sus horas de estudio, etc. Cada uno de estos
tiempos debe ser sagrado.
Si tiene
pareja y comparten hogar, deje sentado que las tareas deben ser compartidas
Establezca una división del trabajo doméstico.
Fije un
día de dedicación exclusiva para su pareja que debe ser intocable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario