Por Mauro Libi.- Al contrario de lo que muchas personas
piensan, podemos aprender cómo ser un buen líder. De hecho, en la mayoría de
los casos, aunque el proceso puede ser largo no es algo complicado. Todo líder debe
promover y fomentar el trabajo en equipo, para alcanzar los metas propuestas
Como líderes debemos de ser capaces de crear un fuerte
espíritu de unión en los equipos que dependan de nosotros, y hacer sentir a las
personas que lo conforman, que pertenecen a algo, que estamos destinados a
hacer cosas grandes por nosotros mismos, y para los demás. Se trata de que las
personas individuales que forman el equipo, perciban que dependemos unos de
otros para alcanzar el objetivo propuesto.
Si estas en camino de emprender un liderazgo en cualquier
ámbito de tu vida, toma en cuenta estos sencillos consejos:
A.- Para ser un buen
líder, debemos escuchar y comunicarnos con aquellos que lo conforman el equipo,
mostrando respeto por sus ideas y comentarios; y manteniéndolos animados.
Podemos convertirnos en grandiosos líderes de equipo si contamos con una
actitud positiva, un poco de creatividad si una mente receptiva.
B.- Trata a todos los miembros con el mismo respeto, comunicarnos de
manera receptiva y sincera, y demostrarles que podemos resolver cualquier
problema o realizar las modificaciones necesarias en beneficio del equipo como
unidad, es una de las características que debemos detener al momento de
emprender en este fascinante mundo del liderazgo.
C.- Un líder de
equipo ineficaz delega los proyectos y las tareas a los demás, y se va a casa
temprano. Mientras que uno eficiente y exitoso se cerciora en todo momento de
que todos estén encaminados y organizados, y compensa toda negligencia.
D.- Debemos estar
identificados con el equipo para cuando nos necesiten, aunque es necesario
fijar límites que todos debemos cumplir. Debemos brindar atención a siempre que
la requieran, pero no siempre que surja una duda. Hay que hacer uso de nuestra
jerarquía para implementar una cadena de mando y establecer límites.
E.- Asimismo, fijar
límites para el volumen de trabajo y el del equipo. Antes de aceptar el cargo
de líder debemos revisar la disponibilidad de tiempo. Luego, lo hacemos con los
que integran el grupo de trabajo.
F.- Al ser el
líder, es probable que debamos quedarnos más tiempo compartiendo con los
integrantes, por ello es necesario fijar límites para que el nivel de exigencia
no sea estresante y correr el riesgo en desmotivarlos.
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