El life
coaching es una vertiente del coaching que se ha establecido
profesionalmente hace no mucho tiempo. Se centra en el presente del cliente y
en la búsqueda de soluciones y resultados, ampliando una visión de futuro a
todo aquello que le esté impidiendo avanzar en sus objetivos, ya sea en el
ámbito laboral, personal o en sus relaciones interpersonales. El life coaching
ayuda al cliente a pensar de forma diferente a como lo viene haciendo
hasta ese momento y a descubrir sus propias habilidades.
Para ello, se pueden utilizar dinámicas
para ayudar al cliente a darse cuenta de la cantidad de oportunidades que hay
además de las que ya era consciente anteriormente. Visualizarse cumpliendo sus metas es un método que
también resulta muy eficaz. Se centra en técnicas como son la
programación neurolingüista, la meditación,
las técnicas de
negociación y habilidades
sociales, entre otras.
Gracias a estas técnicas, entendemos el
por qué actuamos del modo en que lo hacemos y la forma de comportarnos tanto
positiva como negativa para resolver nuestras. Cuando conseguimos
entender el por qué de nuestras acciones, podemos comenzar a ser capaces de
emprender el camino hacia el cambio.
Entre sus principales funciones
destacan:
Dar apoyo constante al cliente con una
fiel creencia en que va a conseguir sus metas u objetivos para que la persona
se sienta que es capaz en todo momento de lograrlo.
Si no es posible sesiones presenciales
(individuales o en grupo), el apoyo se puede dar vía mail, llamadas telefónicas
individuales o grupales, o incluso, vía Skype.
En cada sesión, el cliente y el coach
hablarán sobre las metas, deseos, oportunidades u objetivos a los que se quiere
llegar y se desarrollará una tarea para la siguiente sesión, suelen ser
semanales y tienen una duración de entre media hora y una hora cada una.
¿Cómo funciona el
Life Coaching?
Se establece una alianza entre
coach-coachee desde la primera sesión. De hecho, esta primera toma de contacto
es bastante importante para obtener una buena conexión basada en la confianza
entre ambas partes.
Es en esta primera sesión cuando se
fijan los objetivos y se diseña de forma conjunta el plan de trabajo que se va
a llevar a cabo. El papel del coach es la escucha, el seguimiento del
coachee y el creer en él como personas capaces de desarrollar cualquier cambio
que estamos deseando.
Teniendo en cuenta esto, algunas de las
responsabilidades que podemos considerar del life coach son:
Ayudar a describir, aclarar
y describir lo que el coachee quiere lograr.
Incentivar la ocurrencia por
parte del cliente de soluciones y estrategias.
Motivar al cliente en el
seguimiento del proceso y la consecución de los objetivos
determinados previamente, haciéndole responsable y consecuente con
nuestras acciones.
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