Un líder humanista ha de aspirar a run armonioso equilibrio y procurar la
búsqueda del mejoramiento continuo hacia la perfección personal y profesional,
y su irradiación al entorno, de forma que quienes comparten la vida con él se
sientan impulsados a seguirlo.
Está dirigido por un espíritu que ambiciona adquirir y ejercer el mayor número de virtudes. De entre ellas la veracidad, la sabiduría, la impecabilidad y la nobleza son cualidades que hoy son particularmente necesarias en quienes asumen las riendas de las distintas áreas y departamentos de empresas exitosas. Y por supuesto, ello es extensible a todos los empresarios y por ende a toda la comunidad, porque cada uno de nosotros estamos llamados a ser líderes de nuestra propia vida.
Se ejerce
desde la persona y va dirigido hacia las personas. Este principio tan sencillo
de explicitar es el que fundamenta el liderazgo humanista. Entre
sus características destacan:
*.. El líder humanista es la persona que influye en otras para que tomen una dirección compartida; consigue que la gente haga cosas que inicialmente no quería y luego guste de hacerlas.
*.. Tiene capacidad para imprimir su voluntad en los liderados e inducirle al seguimiento, a la obediencia, al respeto y a la cooperación. Nos persuade, nos atrae, nos da su confianza y se la gana: nos mueve con suavidad hacia la toma de decisiones. Nos motiva y dirige. Cambia los rumbos y las cosas.
*.. Va primero, sirve primero, da los primeros pasos y nos invita a seguirlo. Porque el liderazgo humanista es auto exigencia y ejemplaridad. Implica confianza: es una relación emocional de identificación. A veces los liderados no sabemos la dirección hacia dónde queremos ir. Por parte del líder hay intención y deseo de acertar, y por el otro lado hay motivación: con eso basta.
*.. Siente pasión insuperable por hacer el bien y ser justo en todo. Su riqueza interior y su sensibilidad moral no está hecha de rutinas y reglamentos casuísticos sino de apego de corazón a lo moral. Su primera virtud es el amor.
*.. El carismático, nos induce gran devoción, atracción casi mágica y entusiasmo contagioso no del todo racional. Suele ser frágil y de vínculos emocionales inciertos pero exitosos.
*.. Es ejemplar en el trato humano. Pone el corazón para estar cerca de nosotros como trabajadores. Nos escucha a todos y establece corrientes de afecto y de vida. Es buen conocedor de los hombres, es simpático, sin excederse en amabilidades. También es capaz de sostener la moral en las más contrarias circunstancias.
*.. Conoce sus cualidades como
personas, por tanto, tienen un
alto
grado de autoconocimiento. Genera resonancia dentro de la empresa. Es pedagogo
porque educa nos educa constantemente.
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